¿Home Staging o decoración?
El Home Staging es una técnica para reorganizar y armonizar el espacio de una vivienda. Consiste en despersonalizar, limpiar, reparar y ordenar una casa para su futura venta, generar una visión del espacio atractiva para el comprador y realzar sus puntos fuertes.
Esto no tiene nada que ver con la decoración. La decoración es una tarea mucho más personal para el futuro inquilino, que consiste en adecentar y personalizar la vivienda acorde con los gustos personales de cada uno.
Por ello, decorar sirve para vestir la vivienda según las necesidades y el confort del propietario o el inquilino, genera una estética más personal y atractiva para el que vive en el inmueble, mientras que el home staging tiene un objetivo mucho más funcional de cara a la venta o el alquiler de un piso.
Podemos utilizar el home staging para cualquier tipo de vivienda y/o despacho, independientemente del tamaño o la ubicación. El único requisito que hay que tener en cuenta es querer una venta o alquiler rápido.
¿Qué diferencias hay?
Home Staging
- Atrae al mayor número de personas con una estética ideal, despersonalizando la vivienda para que cualquiera pueda verse viviendo en ella.
- Busca la comodidad visual del espacio para generar una vista atractiva y destacar los puntos fuertes.
- Se aprovecha todo el mobiliario posible ya existente y en menor cantidad o se buscan muebles sencillos y de bajo coste, intentando gastarnos lo menos posible.
- Se tiende a colores neutros que no destaquen o influyan en los gustos personales del visitante.
- Asegura una venta frente a un público extenso, de gustos variados. Cualquier visitante podrá visualizar su futuro hogar.
Decoración
- Personaliza la vivienda con detalles y recuerdos de cada uno para convertirlo en un hogar.
- Busca la funcionalidad y el confort que cada uno necesite.
- Se renueva el mobiliario, con muebles a medida y se añaden complementos y detalles.
- Se permiten todos los colores y estilos que quiera el inquilino o propietario.
- Solamente asegura la venta en el caso de que los gustos del actual propietario coincidan con los del nuevo, es decir, reduce el interés a un número muy reducido de personas.