Reformar o no mi piso antes de venderlo
Cuando tenemos un piso en propiedad que queremos vender, se nos plantea la pregunta de si deberíamos adentrarnos en una reforma antes, generalmente con el fin de aumentar su precio en el mercado.
Esta duda es difícil de resolver cuando no tenemos claro cuáles son los costes de una reforma.
Muchos propietarios llaman reforma a un lavado de cara, que consiste únicamente en hacer más atractiva una vivienda repintando las paredes y/o ampliando alguna estancia, intentando crear un aspecto visual diferente, pero no por ello hemos aumentado considerablemente su valor.
Esto no quiere decir que no sea aconsejable reparar pequeñas averías y desperfectos, ya que es una forma de mejorar la vivienda y prepararla para su venta sin que nos suponga unos costes adicionales elevados. Una reforma íntegra de una casa puede tener unos costes de entre 300 y 800 euros el metro cuadrado, mientras que el ‘’chapa y pintura’’ cuesta aproximadamente 3.000 euros en total en un piso de 100m2.
Aun conociendo estos datos, no son suficientes para tomar una decisión, puesto que influyen muchos factores a la hora de la venta del piso que pueden hacer que una reforma íntegra no salga rentable como, por ejemplo, las subidas y bajadas en el sector inmobiliario. Aunque aumente en cierta medida el valor del inmueble, las oscilaciones de los precios del mercado pueden suponer pérdidas con las que no contamos cuando iniciamos una reforma.
¿Qué valor aportará una reforma a mi casa?
Es importante hacer una estimación del coste de la reforma (importantísimo pedir un presupuesto antes de iniciarla) y compararlo con la diferencia de precios entre los pisos reformados y los que no lo están en tu zona.
Aunque la ubicación de una vivienda es clave para los compradores, es físicamente imposible desplazarla, por lo que, según un estudio de Habitissimo, existen algunos factores que podemos tener en cuenta para reformar un piso y adecuarlo a las necesidades del comprador para venderlo más fácil, rápido y a mejor precio:
¿Reforma o lavado de cara? ¿En qué casos se debería aplicar una de estas dos opciones?
La respuesta dependerá de la antigüedad de la vivienda: a mayor antigüedad, mayor será la reforma, aunque menos merecerá la pena, mientras que una vivienda más actual necesitará menos cambios.
Hay casos en los que sin duda es necesaria una reforma y deberemos plantearnos la opción de demoler y empezar de cero. De esta manera podremos redistribuir toda la vivienda y adecuarla al mercado moderno, atendiendo a las necesidades del comprador y creando un hogar sostenible y preparado como si se tratase de una vivienda de primera mano.
