¿Comprar una casa nueva o reformar una antigua?

Con la subida de los alquileres, estás pensando en empezar a invertir ese dinero en ti y optar por una vivienda propia, pero ¿Qué es mejor? ¿comprar una casa nueva o reformar una antigua?

No es una pregunta descabellada. Cada vez más son las personas que tienen esta duda y no es fácil de resolver.

Es un paso importante y debes fijar tus objetivos a futuro. Esto supone hacerse varias preguntas como, por ejemplo, ¿dónde quiero vivir?, ¿en el centro de la ciudad o a las afueras?, ¿tengo pensado formar una familia?, ¿quiero vivir en un piso o una casa?, etc.

Te explicamos algunos detalles que puedes tener en cuenta para responder todas estas preguntas y tomar la decisión que más te convenga.

Precio y ubicación de la vivienda

Sin duda son datos importantes para dar el paso de comprar una casa nueva o reformar una antigua.

Los terrenos en zonas céntricas y barrios antiguos son escasos, por lo que encontrarás menos opciones en cuanto a obra nueva se refiere. Los precios de obra nueva son un poco más elevados en estas zonas y tendrás más oferta de viviendas de segunda mano, pero cuentas con mejor acceso a zonas culturales y comerciales y más contacto con la vida social.

En zonas más periféricas es mucho más factible encontrar viviendas de obra nueva, generalmente urbanizaciones, pero suelen ser barrios en periodo de desarrollo. Contarás con menos colegios, centros de salud, cines, etc. Pero disfrutarás de más parques y zonas para el ocio y el deporte.

Por otra parte, en los procesos de compraventa de viviendas antiguas tienes posibilidad de negociar el precio con el vendedor, mientras que en las de nueva construcción el precio está fijado al del mercado sin posibilidad de cambio.

Financiación e impuestos

A la hora de pedir un préstamo para comprar una casa nueva o una antigua, no se hace ningún tipo de diferenciación. Las entidades bancarias únicamente tendrán en cuenta la tasación del inmueble y tu situación económica para concederte un préstamo y suele tener un importe máximo del 80% de la tasación del inmueble.

Actualmente, es muy común conseguir un préstamo de financiación para comprar y reformar una vivienda antigua con mayores ventajas y mejores condiciones que un préstamo personal, y resulta mucho más cómodo que intentar ampliar tu hipoteca después de la compra.

En cuanto a los impuestos a pagar, varía según el tipo de vivienda.

Para comprar una casa nueva se aplica el impuesto de compra, con un IVA del 10% (4% en las VPO), además del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados determinado por cada comunidad autónoma.

En las viviendas de segunda mano, se aplica el Impuesto sobre Trasmisiones Patrimoniales estipulado entre el 6% y el 10% del precio escriturado, dependiendo también de la comunidad autónoma. Este impuesto puede tener una reducción en el caso de primera vivienda (menores de 35años), personas con discapacidad o familia numerosa.

En el caso de reformar una casa, existe el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras establecido por el ayuntamiento en el que se encuentre la vivienda.

Aquí podríamos destacar que existen algunas subvenciones aprobadas recientemente para reformar una vivienda antigua de acuerdo con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con la finalidad de mejorar la eficiencia energética, priorizando las obras de carácter sostenible.

Otros aspectos a tener en cuenta antes de comprar una casa nueva o reformar una antigua

Te hemos contado lo que necesitas saber para decidirte sobre el entorno que mejor que convenga a ti y a tu bolsillo. Pero hay otros factores que deberás tener en cuenta a la hora de elegir una vivienda u otra.

Por ejemplo, si te has decantado por un edificio o urbanización, tendrás que asumir los gastos comunitarios. A priori, no hay mucha diferencia entre una casa nueva o una antigua.

En el caso de edificios antiguos, no solo te fijes en el estado de tu futura vivienda, tendrás que asegurarte del de la infraestructura también. Fachadas, tuberías, escaleras y/o ascensores, etc. Cualquier futura mejora o reparación en tu edificio será un gasto más a tu compra y/o reforma.

Para asegurarte de ello, es aconsejable consultar en el ayuntamiento si ha pasado la inspección técnica de edificaciones o tiene previsto pasarla en poco tiempo. Es obligatorio que las construcciones de 45 años o más se sometan a esta inspección.

Las casas nuevas no suelen tener este tipo de problemas. Es posible que los gastos de comunidad sean un poco mayores que en las antiguas ya que disponen de más zonas comunes.

Otro ejemplo, este mucho más personal, al reformar una casa antigua tendrás la opción de personalizar las distintas habitaciones a tu gusto. Cambiar el suelo, las paredes, las encimeras, … Al reformar una casa antigua podrás empezar desde cero qué estilos quieres para tu hogar, mientras que en las de obra nueva, tu decisión estará únicamente en la decoración superficial de la misma, que, por otra parte, te hará el cambio más fácil.

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